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Peligros del Silencio


El silencio es muy peligroso, por causa del mismo, personas han sido heridas y abusadas por años sin que nadie lo sepa. Es tan peligroso que no tan solo destruye una persona, sino que destruye familias y relaciones importantes.

¿Porque callamos?

1. Algunos callan por causa de la timidez.

La timidez cual afecta como se sienten y como se comportan cuando están con otras personas. Se pueden sentir incómodos, cohibidos, asustados, nerviosos o inseguros ante los demás. Cuando una persona siente timidez, se siente incomoda entre desconocidos y es posible que dude en decir o hacer algo porque se siente insegura.

Hay quienes se les fue enseñado así. Si quien crío a la persona fue tímido (por diferentes razones) o demasiado cuidadosos y sobre protectores, tal vez le enseñen al niño a alejarse de situaciones que podrían resultar incómodas o desconocidas. Estas personas heredan los traumas y temores de otros.

2. Otros han callado por causa de una experiencia vivida.

Cuando una persona pasa por una situación difícil o traumante, puede llegar a sentirse intimidado por “el que será”… Y la manera en que enfrenta cada situación van moldeando su reacción futura ante situaciones similares. Son personas que quizás se sintieron forzadas a situaciones para las que no estaban preparadas, quizás fueron objeto de burlas, abusos o intimidación. Debido a eso desarrollaron incredulidad, ira, nerviosismo, preocupación continua, miedos y hasta culpabilidad. Tanto así que llegan a interferir con su socialización, también puede afectar la confianza y la autoestima de la persona.

El problema con todo esto es que silencio nos impide aprovechar las oportunidades a la cual Dios nos expone, impide que intentemos cosas nuevas y por ende que tengamos nuevas experiencias.

Silencio impide que nos lancemos a lo nuevo de Dios, nos impide llegar a niveles mas altos, nos impide entrar a nuevas dimensiones sobrenaturales, y como no podemos experimentar esas cosas las criticamos,.. porque solemos criticar lo que desconocemos. Pero el Señor te dice en Isaias 43:19 TLA; “Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca.”

4. Es también un asunto espiritual

Alrededor del 2009 el Señor nos llevo por una serie de eventos paranormales, sobrenaturales, espirituales. Estuvimos trabajando con secciones de liberación intensas. Recuerdo que tardábamos horas en esas secciones, 3, 6 hasta 8 horas con una sola persona. Recuerdo que un pastor amigo me dijo; “Vas a ver que llegara el momento donde solo tomara una palabra y se irán los demonios”. Recuerdo que en mi mente dice: “este hombre no sabe lo que dice, pareciera ser que nunca a tenido estas experiencias”. Pero así fue, tal y como el dijo.

Llegamos a entender que Dios nos permitió pasar por ese proceso para enseñarnos muchas cosas. Y entre esas cosas nos enseño acerca del daño que tanto Satanás como el hombre son capaces de hacerle a una persona. Y la mayoría de esos daños son emocionales, porque si nuestras emociones están descontroladas perdemos el control de todo lo demás.

Hay conocimos a silencio; un espíritu de infierno enviado a callar al hombre, porque el enemigo sabe el poder que hay en la palabra declarada por el hombre. Este espíritu se aprovecha de los eventos desafortunados que vivimos para silenciarnos. Este es que nos dice; “para que hablar sino te van hacer caso,..” “para que hablar sino te van prestar atención,…” “para que hablar sino te van a creer.”

Y si le creemos esas mentiras, le abrimos la puerta a nuestro corazón y cuando se ubica comienza a llamar a soledad, tristeza, amargura, odio, rencor, ira, etc… hasta que toma el control de nuestra mente y corazón.

¡Se Libre!

Hoy es un buen día para ser libres, porque aun la salud desmerece cuando callamos y no nos desprendemos del dolor. Por eso el Salmo 32:3a dice: “Mientras callé se envejecieron mis huesos…”

Y la libertad la encontramos cuando simplemente hablamos y nos desahogamos porque así es que silenciamos a silencio. Tienes que hablar, tienes que aprender a expresar tus sentimientos. Cuando hablamos, comenzamos a ser libres del dolor y la amargura. No tan solo se trata de confesar tus pecados, sino de hablar de lo que sucedió y perdonar a todo aquel que violo tu confianza.

Isaias 62:1 dice; “Por amor a ustedes, habitantes de Jerusalén, no me callaré.” Porque silencio no tan solo nos afecta a nosotros sino que afecta a todo el que nos rodea, porque impartimos lo que somos y lo que cargamos.

Te invito a ver en este video el mensaje completo.


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